Deberíamos poder
tener la virtud o el don de elegir cuándo y de quién enamorarse; pero
necio el corazón, torpe los sentimientos que no lo consienten, aunque la mente
diga no, el corazón no es consecuente. Aunque sintamos dolor por un amor
ausente y no por el hecho de que ausente esté sino, porque nos damos cuentas
que ausente seguirá, posiblemente para siempre.
Se
dice:
¡Cuándo amas, lucha por lo que quieres!
¡Cuándo amas, lucha por lo que quieres!
Pero… Qué triste
esa lucha en soledad a sabiendas que en parte te corresponden, que sabes que
puedes darle la felicidad, la estabilidad, eso que tanto buscamos, la seguridad
de que tu amor es de verdad, que sale del alma, que por ese amor dejarías tu
credo, tu vida, sin importarte nada más, arriesgando todo, dejando muchas cosas
en el camino aún a sabiendas que esa ausencia así seguirá.
¡Necio corazón que
no hace caso a la razón!
Cómo arrancar ese
padecer que consumiéndome está, que me atenaza y me oprime, que me desgarra el
alma…
Es tan fuerte ese
dolor que casi ni se puede explicar.
Y en la soledad de
mi alcoba, sin ti, las lágrimas resbalan hasta mis labios, esos labios que
tanto ansían los tuyos, que besando tu foto se han de conformar. Y por la ventana
la Luna me mira con ternura, con pesar, a ella le cuento lo que siento, ella
sabe de mi penar. Noche tras noche solo ella me cobija en este peregrinar de
sin razón que no sé como aliviar y la luna, parece al mirarme, decir: “No te
apenes, no dejes que el dolor desgarre tu alma, sí piensa en ti, sí te ama,
aunque en la ausencia está. No te apures, deja de llorar, enamorarse tiene esas
cosas a veces, pero un día, a tu lado estará.
Todo ese padecer
se convertirá en ese merecido y justo "poderla abrazar",
"poderla besar". Es noble tu amor y de verdad, por eso después de
todo, solo te conformas con su felicidad. Sentimientos que desgarran el alma
sí, porque no es obsesión sino la pureza que destila tu sentir de esos amores
que casi no se encuentran ya.
Duérmete que ya
llega la claridad del amanecer que me hace retirar, pero no te apures cada
noche menguante, creciente, llena o nueva, desde lo más alto te miraré y en la
medida de lo que pueda te arroparé.
Solo los amores
livianos son fáciles, por eso, siéntete orgullosa de esa capacidad de amar de
estar tan llena de tener tanto y tanto que dar.
Siempre merece la
pena amar cuando los sentimientos son de verdad, se acabe la ausencia o no
llegues sus labios a besar y su cuerpo abrazar. Es hermoso, digno de valorar tu
sentir y tu penar, por eso, no te das cuenta que la ausencia terminó, que ese
beso, ese abrazo es realidad, que lo has vivido, sentido, porque tu corazón, tu
alma y tu sentir, siempre al ladito de ese amor está.
Venga, recibe con
alegría el amanecer que, como yo, a tan nobles sentimientos se rendirá.
¡Si hasta mi me
tienes enamorada!
Sigue luchando, no
te rindas jamás.
LUNA... Mª José.
® Reservado todos los derechos de su autor
Número - 1 SEVILLA (08/08/2012)
Número - 1 SEVILLA (08/08/2012)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Bienvenidos a mi espacio.
Encantada de leer tus comentarios.
Muchas gracias