Poco a poco fuiste habitando mi corazón,
si hacer ruido, en silencio, pero firme,
desde ese día que te abrace y sin cuenta darme,
en el te quedases.
Aunque al olvido me llevases y en amores nos
enredásemos.
Pero las aguas volvieron a su cauce y libres ya como
el aire,
de ese olvido me rescataste, para fundirnos en un
abrazo,
nuevo, como todo lo que pasase.
Nada creo, nada crees, solo ese latido que tu corazón,
y el mío acompasan, al besarse, esa melodía de
nuestros,
cuerpos al encontrarse, es hora de amarse
sin trabas, sin dejar que nada, ni nadie nos separe.
Abrimos los ojos y dos bellos cisnes, se amaban en un
estanque,
orgullosos, sin miedos, blancos y radiantes,
tan verdaderos, como las estrellas, el cielo y la
oscura noche.
Y así por fin nos amamos, mientras esos cisnes
consumaban,
su amor en ese sublime acto.
Poco a…poco.
Muchas gracias Mª Joseé por entregarnos tan hermosos poema.
ResponderEliminarBesos. Rosa.
Gracias Rosa. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarAsi suelen suceder las cosas poco a poco el otroa te va atapando hasta que no puedes vivir sin él,
ResponderEliminarMuchas gracias por visitar mi blog y sobre todo por comentar.
Un saludo.
Muchas Gracias Chelo,me ha gustado mucho tu blog, es un placer visitarlo. Un saludo y gracias por tu visita.
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